domingo, 18 de noviembre de 2012

DÍA 8: Planeado Para El Placer De Dios


DÍA 8: Planeado Para El Placer De Dios


"Tú creaste todo y es para tu placer que existen y fueron creados". Apocalipsis 4:11 (NLT)

"El Señor se complace en su pueblo". Salmo 149:4a (TEV)


En el momento en que nació en este mundo, Dios estuvo allí como un invisible testigo ocular, sonriendo porque usted nació. El lo quería vivo, y su venida le dio gran placer. Dios no necesitaba crearlo, pero El escogió crearlo para Su propio deleite. Usted existe para Su beneficio, Su gloria, Su propósito y Su deleite.

Traerle deleite a Dios, vivir para su placer, es el primer propósito de su vida. Cuando entiende totalmente esta verdad, nunca jamás tendrá el problema de sentirse insignificante. Ello prueba lo valioso que es usted. Si es así de importante para Dios y El lo considera lo suficientemente valioso para que esté con El por la eternidad, ¿qué mayor importancia podría usted tener? Usted es un hijo de Dios y nada le da a Dios más placer de todo lo que ha creado. La Biblia dice, "Debido a su amor, Dios ya había decidido que a través de Jesucristo él nos haría sus hijos -- este fue su placer y su propósito" (Efesios 1: 5).

Uno de los mayores regalos que Dios le ha dado es la capacidad de disfrutar del placer. El lo formó con cinco sentidos y emociones para que pueda sentir placer. El quiere que disfrute de la vida, no sólo que la aguante. La razón por la que usted es capaz de disfrutar del placer es porque Dios lo hizo a usted a Su imagen. A menudo se nos olvida que Dios siente emociones también. La Biblia nos dice que Dios se entristece, se pone celoso y enojado, y siente compasión, piedad, tristeza y simpatía así como también felicidad, regocijo y satisfacción. Dios ama, se deleita, le da placer, se regocija, disfrutar ¡e incluso se ríe! (Génesis 6:6; Éxodo 20:5; Deuteronomio 32:36; Jueces 2:19; 1 Reyes 10:9; 1 Crónicas 16:27; Salmo 2:4; 5:5; 18:19; 35:27; 37:23; 103:13; 104:31; Ezequiel 5:13; 1 Juan 4:16).


Darle placer a Dios es llamado "adoración". La Biblia dice, "El Señor se complace sólo en aquellos que lo adoran y confían en su amor" (Salmo 147:11). Cualquier cosa que haga que le da placer a Dios es un acto de adoración. Los antropólogos han observado que la adoración es un impulso universal, incorporado por Dios en cada fibra de nuestro ser – tenemos una necesidad innata de conectarnos con Dios. La adoración es tan natural como comer o respirar. Si fallamos en adorar a Dios, siempre encontraremos un substituto, aún si este acaba siendo nosotros mismos. ¡La razón por la que Dios nos hizo con este deseo es porque El desea adoradores! Jesús dijo, "El Padre busca adoradores" (Juan 4:23).

La adoración es un estilo de vida. La adoración es mucho más que música. Para muchas personas, la adoración es sólo un sinónimo de música. La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o el ritmo de una canción. Dios ama toda clase de música porque El la inventó toda – rápida y lenta, alegre y suave, vieja y nueva. Probablemente a usted no le gustan todas ¡pero a Dios sí! Si es ofrecida a Dios en espíritu y verdad, es un acto de adoración. Francamente, el estilo de música que a usted le gusta dice más acerca de usted – su pasada experiencia y su personalidad – que de Dios. La música de un grupo étnico puede sonar como ruido para otro. Pero Dios gusta de la variedad y disfruta de todos los estilos.

La adoración no es para su beneficio. En Isaías 29 Dios se queja acerca de la adoración que es a medias y con hipocresía. El pueblo estaba ofreciéndole a Dios oraciones aburridas, alabanzas insinceras, palabras vacías y rituales hechos por hombres sin ni siquiera pensar en su significado. El corazón de Dios no se conmueve con la adoración basada en la tradición pero sí por la pasión y el compromiso. La Biblia dice, "Este pueblo se acerca a mí con su boca y me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración de mí está hecha sólo de reglas enseñadas por los hombres" (Isaías 29:13)


La adoración no es una parte de su vida; es su vida. La adoración no es sólo para las reuniones en la iglesia. Se nos dice que lo adoremos continuamente (Salmo 105:4) y que lo alabemos desde el amanecer hasta la puesta del sol (Salmo 113:3). En la Biblia la gente alababa a Dios en el trabajo, en su casa, en la batalla, en prisión e incluso en la cama! La alabanza debería de ser su primera actividad cuando abre sus ojos por la mañana y su última actividad cuando los cierra por la noche (Salmo 119:147; 5:3; 63:6; 119:62). David dijo, "Le daré gracias al Señor todo el tiempo. Mi boca siempre lo alabará" (Salmo 34:1).


Este es el secreto de un estilo de vida de adoración: hacerlo todo como si lo estuviera haciendo para Jesús. Una paráfrasis dice, "Tomen su vida diaria y cotidiana – su dormir, su comer, su ir a trabajar, su entrar y salir – y pónganla ante el Señor como una ofrenda" (Romanos 12:1). El trabajo se convierte en adoración cuando se lo dedica a Dios y lo hace consciente de Su presencia.


Un Punto Para Reflexionar: Fui planeado para el placer de Dios.

Un Versículo Para Recordar: "El Señor se deleita en su pueblo." Salmo 149:4a (TEV)

Una Pregunta Para Considerar: ¿Qué actividad cotidiana podría empezar a hacer como si la estuviera haciendo directamente para Jesús?








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